En múltiples reflexiones que he hecho sobre la vida corporativa y a través de los intercambios con personas en diferentes países, encuentro tantas similitudes y miedos arraigados gracias a liderazgos de antaño, que nos han acostumbrado y heredado algunas conductas y miedos corporativos en lo que considero deberíamos trabajar más y que hoy quiero compartirles:
📍 Poca o nula humanización de la marca:
Generar conexiones emocionales y cercanía entre personas para lograr objetivos en común sigue siendo un concepto tan innovador como lejano para algunas de las organizaciones. Lo que aún cuesta trabajo entender, es que las relaciones entre empresas las realizan personas, y es la experiencia humana que ofrecen esas personas a otras, lo que determina el éxito o fracaso en una negociación o en una relación a largo plazo entre marcas y profesiones.
Pensar que el prestigio, la fama o el buen producto/servicio que ofrece una empresa bastan para tener nuevos clientes o gozar de una buena reputación, independientemente de quienes los representan, resulta totalmente fuera de esta realidad.
📍 Misión, visión y valores olvidados en los libreros y en las páginas web.
Aspectos tan importantes como la razón de ser de una empresa (misión) y los valores que la guían, pueden no ser claros ni para los miembros de la organización, ni para los socios y mucho menos para los clientes. La falta de congruencia en el actuar diario alineado a la verdadera filosofía de la empresa, resulta en un apego frágil por parte de los diferentes públicos de la organización.
Tener claridad en cómo nos vemos a futuro (visión) y en cómo haremos para llegar a ese punto (valores), es parte fundamental para representar adecuadamente a una organización, independientemente del papel que desempeñemos en ella.
📍 Falta de sensibilidad para desarrollar la marca personal de su gente.
La estandarización de personas con un número o modos de operación “como siempre se ha hecho”, elimina el valor agregado que como profesionista puede ofrecer una persona.
Empoderar a la gente, reconocer sus fortalezas, buscar foros de visibilidad para exponer sus talentos o innovaciones, y fomentar su crecimiento profesional y personal, son solo algunos de los puntos de Marca Personal en los que aún hace falta trabajar.
¿Cómo se viven estos conceptos en tu organización?